martes, 29 de marzo de 2011
Últimamente me dan ganas de romper todo muy seguido, de irme a la mierda, de desaparecer del mundo, salvo claro, cuando estoy con él que es lo único que me da paz y me deja en un pedestal de felicidad permanente. Últimamente, mutilaría a toda mi familia y asesinaría a unos cuantos más. Últimamente no hay nada que le venga bien a nadie (y sí, tal vez me incluyo) y eso me enerva, me exaspera y me irrita. No soporto que mi entorno esté en constante corto con mi estado emocional y no puedo vivir tratando de hacerme la indiferente respecto a todo. Me molesta. Me saca de quicio que no haya nada que funcione bien en este mundo, que no haya nada que me salga bien en esta vida, que viva en una situación de mierda constante. Quiero hacer miles de cosas que no puedo y tengo que hacer otras que no quiero y en cierta forma siempre fue la ley de la vida, porque todo lo malo algo bueno te da. Por todo lo malo que viví hasta hace unos meses, la vida me dio lo mejor que pude haber pedido que es el alma gemela que supe conocer y que ahora camina dando los mismos pasos que yo mientras aprieta con fuerza mi mano en señal de nunca te voy a soltar; desde entonces hasta hoy, por todo lo malo que me tocó enfrentar, sólo recibo peores pasadas, discusiones incoherentes, momentos de mal estar y ganas de lastimar y hacerme daño. Estoy cansada de la estabilidad, porque antes era inestablemente capaz de seguir adelante, ahora estoy establemente estancada en este estado de pseudo chaoz existencial.
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