Perdón por decirlo, perdón por sentirlo, pero si hay algo realmente relajante, es meterle con violencia un dedo en la boca a tu novio cuando quiere darte un beso después de hacerte cosquillas, uno de esos días donde estás con tu instinto asesino a flor de piel. Es realmente genial, la sensación de venganza te hace hasta sonreír por un momento. Nada, quería compartir eso con ustedes.
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