y quiero que sepan que son geniales.
martes, 31 de julio de 2012
domingo, 29 de julio de 2012
Hay que aprender a diferenciar la gente a la que le querés brindar todo lo que está a tu alcance, de la que realmente merece que lo hagas. Hay que saber respetarse a uno mismo y darse cuenta cuando desvalorizamos con nuestros actos lo mucho que valemos. Así que acá estoy hoy, librando a la suerte y a mis ganas, lo que vaya a pasar con mi vida, recordando siempre que lo que más importa es lo que más te hace feliz y que nadie tiene derecho a robarte la alegría y la paz. Hoy es un día hermoso, hoy es un día para sentirse lleno de vida.
Se busca hombre de verdad, uno que esté dispuesto a
convencerme de que lo es y que me lleve a dar todo de mí como mujer. Quiero uno
que sea mi estilo, que se vista bien, con algún piercing, algún tatuaje, con un
corte de pelo copado. Podría ser morocho, tal vez de ojos verdes, tal vez no.
Que lo primero que me atraiga sea eso. Que tenga carisma, que me deje
histeriquearlo un poco, que se dé cuenta que es sólo una prueba, que me parta
la boca cuando le ponga excusas, que me cautive. Quiero que sea simpático, que
le guste hablar pero no hasta por los codos porque para eso estoy yo, que sea
alegre, que se ría, con linda sonrisa y que sus ojos digan todo. De ser
posible, desatento pero tierno, con tendencia a lo impredecible, que le guste
la buena música y los deportes, que coma toda esa comida que a mí me gusta, que
no tenga vergüenza. Que sepa ser serio cuando la situación lo amerite, que le
guste hacer locuras, que grite y cante conmigo por la calle, que cante aunque
no lo haga bien, que toque la guitarra, que se ría de lo malo que son mis
chistes, que me diga cuando estoy muy idiota, pero simpáticamente. Que me
escuche, que me entienda. Que me trate como a una amiga, que no se enoje cuando
lo boludeo, que me boludee hasta agarrarnos a los bifes. Que conozca mis puntos
débiles, que se aproveche de ellos; que me mime, que aparezca de sorpresa, que
no viva en mi casa, que le gusten ver películas apapachados. Quiero que cocine
conmigo, que le guste más lo dulce que lo salado, que peleemos antes de ver una
peli por si compramos papas fritas o pochoclos. Que no me llame a menos que
tenga ganas, que no suela tener ganas. Que me regale cosas porque sí y no con
motivos; que me abrace fuerte por la cintura, que me de besos en la frente y en
el cuello. Que no sea celoso, que se tome las cosas con soda, que cuando me
griten cosas o me miren con cara de paja, sonría y se ría de ellos porque igual
lo elijo a él. Que sea sensible, que llore y se ría conmigo, que sepa afrontar
los problemas con firmeza. Que me diga cuando esa mina que pasó está bárbara y
cuál es la actriz que más lo calienta, que me lo cuente porque me eligió a mí y
por más de que haya pasado una rubia tremenda sigue prefiriendo mi tez morena,
mis colores raros de pelo, mi ‘un metro cincuenta y cinco’ y lo que siente por
mí. Que me quiera, que me cuide, que sea libre y también me deje serlo. No necesito flores, ni cenas en lugares caros, ni zapatos nuevos, ni nada de eso, solo quiero alguien que sea especial para mí y ser especial para ese alguien.
martes, 24 de julio de 2012
No importa lo que pase siempre se genera una misma incógnita, ¿Por qué? Sentimos de golpe que todo se detiene para darnos la chance de analizarlo, ¿se podrá entender? No se, pero quizás la vida no te espere. El tiempo sigue corriendo por más que intentes cambiarlo, y es así como tantas veces uno se da cuenta, que se nos escapa la vida mientras pasamos el día sufriendo por mil y un algos tan vanos, tan innecesarios, porque al fin y al cabo todas esas cosas que alguna vez proclamamos irreparables, solo eran un poco más difíciles de alcanzar que las demás. Lo único realmente irreparable es la despedida, que llega siempre en el momento que corresponde. La verdad, estoy cansada de llorar y filosofar por cada situación dolorosa o complicada que me presenta la vida, padecer trae un sentimiento tan distinto a cualquier otro que lleva al malestar, pero en realidad, en realidad es plenamente gozable. Me pongo a pensar y no recuerdo situación de amorío en la que no haya sentido miedo, o en la que no haya sufrido aunque sea un poco, y es simplemente porque al desear con tanta fuerza algo que nos va a propiciar un placer inmenso pero desconociendo el futuro real que va a llegar, el presente se padece. ¿Qué es padecer? Bueno, me remito al diccionario:
padecer v. tr.
Okay, hay que aceptar que no suena bien. Gracias a lo que las experiencias me dejaron me animo a decir, que la paciencia es una virtud que pocos tienen, que el dolor no siempre es tan malo y resignarse a veces, solo a veces, es necesario. Padecer, así como todo lo que vivimos, es algo de lo que se puede aprender y sacar tantas cosas positivas como todo aquello negativo que normalmente solemos verle a lo "malo". Hay mil caminos que se pueden tomar y cualquiera de ellos va a estar bien siempre y cuando no te arrepientas más tarde de lo que pudiste sacarle a esa elección. No quiero decir que habiendo elegido un camino de drogas y corrupción del cual sacaste malas juntas, adicciones y antecedentes tengas que estar orgulloso, sino que todo lo que pasamos nos forma como las personas que ahora somos, y si sobrevivimos a esas situaciones es para poder crecer por medio de la experiencia. Un corazón no duele porque sí ni una historia llega a su fin antes de tiempo. No creo que exista un destino que esté escrito en el cielo, ni que haya habido una civilización remota que contara cuentos que ahora se vuelven realidades, o que criaturas extraterrestres nos controlen paso a paso; creo que cada uno decide hacer con su existencia lo que más le guste, y que la vida misma no tiene una finalidad ni un por qué. Uno puede padecerla o disfrutarla, ser feliz o vivir amargado, amar y ser amado o trazar su propio camino solo, pero eso solo puede decidirlo uno mismo. Puede que no sea la mejor decidiendo, puede que a veces sienta que el dolor me llena el cuerpo, pero eso no quita que sepa que todo depende de mi, de mi voluntad para salir adelante, para no quedarme estancada en el pasado, porque no, no hay relojes que paren el tiempo...
y la vida no espera a nadie.
padecer v. tr.
1 Sufrir un daño físico o moral.
2 Aguantar con paciencia, dolor o resignación una cosa que no es agradable/soportar.
y la vida no espera a nadie.
martes, 17 de julio de 2012
lunes, 16 de julio de 2012
viernes, 13 de julio de 2012
domingo, 8 de julio de 2012
Cómo se hace, no? Para seguir adelante a pesar de todo, para aguantar, mantener esa voluntad de estar, de cambiar lo que viene. A veces es tan difícil mantener la fuerza y es tan poco lo que hace falta para que todo se caiga a pedazos. Siempre me creí una persona fuerte, lo soy, sé que lo soy, pero algo que pierdo es la fe en que las cosas van a cambiar. Esas cosas que quiero que cambien, pueden cambiar o no, y por ende puedo estar más o menos contenta, pero lo que necesito que cambie, no cambia, ni va a cambiar nunca, y eso me sofoca el alma. No soporto el aire denso de las quejas y los reproches sin sentido, no puedo combatir contra esa actitud pesamista de encontrarle siempre lo negativo a la vida, a cada paso que doy. Mi personalidad de por sí me complica bastante las cosas, y vos...
vos la verdad que no ayudas en nada.
vos la verdad que no ayudas en nada.
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