domingo, 29 de julio de 2012
Hay que aprender a diferenciar la gente a la que le querés brindar todo lo que está a tu alcance, de la que realmente merece que lo hagas. Hay que saber respetarse a uno mismo y darse cuenta cuando desvalorizamos con nuestros actos lo mucho que valemos. Así que acá estoy hoy, librando a la suerte y a mis ganas, lo que vaya a pasar con mi vida, recordando siempre que lo que más importa es lo que más te hace feliz y que nadie tiene derecho a robarte la alegría y la paz. Hoy es un día hermoso, hoy es un día para sentirse lleno de vida.
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