Estoy segura de que no soy la única que camina sola con tanta gente a su lado. El frío que hay en mi pecho no lo apaña ninguna brasa incandescente, porque a corto plazo se va a consumir. Se me congelan las venas de tanta sangre triste que hay dentro de mí, no comparto mis virtudes con nadie más que con el espejo que siempre es tan pesimista al enfrentarnos. Las ideas se prenden fuego al chocar contra las paredes de mi mente, y soy una inconsciente en el cuerpo de un ser racional y calculador. No sé para dónde hay que ir ni con qué voy a encontrarme, no estoy preparada para más sorpresas. Quiero ser piedra para dejar de sentir todo mil veces sobre el mismo lugar, mi corazón ya no bombea más paz y se olvidó de la calma. Por favor alguien sálveme del infierno que es vivir en mi porvenir.