Las personas somos todas distintas y reaccionamos distinto frente a cada situación, pero las minas en cierto punto somos todas iguales, unas pelotudas. Nos maquinamos sin parar por cada mínimo detalle, positiva o negativamente, pero pensamos tanto que con solo eso idealizamos a la otra persona como el ser ideal que queremos para siempre. Todas mis experiencias pasadas me dicen que estoy tan o más arruinada que vos, o cualquiera que pueda estar leyendo esto, y eso me da mucho miedo. Miedo de llegar a algo que quiero y arruinarlo, porque yo estoy arruinada. Pero antes de todos esos miedos está este miedo incondicional que solo aprendí a sentir por vos, miedo a que me rechaces. No sé manejar el rechazo porque aunque suene obstinado nunca me pasó, no sé manejar tu rechazo porque toda tu personalidad es más fuerte que yo. No sé manejar nada de lo que me pasa con vos y de lo que estamos haciendo, y no entiendo un carajo. No entiendo ni siquiera si un rechazo tuyo ahora, es un no o un ahora no puedo. Lo único que sé es que la estoy pasando muy mal, y necesito aclarar mi cabeza antes de que explote. Los picos de felicidad son lindos cuando estamos juntos, pero cuando te alejás, es tan extraña y fea la sensación, que duele. Pero no quiero presionarte, apurarte o forzarte a decidir qué te pasa conmigo, sinceramente me preocupas vos, y quiero que estés bien aunque yo no puedo ayudar en eso. Ni siquiera sé por qué escribo esto, supongo que me gustaría poder decírtelo en vez de estar escribiéndolo solo para mí, pero en este momento no me da la cabeza ni las fuerzas para nada más.