Es re raro sentirte como que una parte de vos nunca va a estar tranquila con vos misma. Pasa que no puedo terminar de asumir lo que soy, y tampoco lo que puedo ser. Prefiero no haber sabido, no entenderlo, no creerlo. Prefiero que no exista, prefiero que sea concreto. Odio lo inconcluso, porque me da miedo. Es como estar con un pie en la cornisa, porque no querés saltar pero tenés ganas. Si te corrés te calmás y si saltás ya estás en el baile, pero en el medio da miedo, y así me siento en mi cuerpo, con miedo. Me asusta esto que soy, esto con lo que tengo que vivir. Es tan extraño, es tan difícil de explicar. No sé, supongo que es cuestión de tiempo, y de tener cuidado. Lo malo es que por un lado me hace sentir aun menos aprecio por mi, pero a su vez me obliga a quererme, y a cuidarme un poco, porque no quiero que las cosas salgan mal. No quiero que la historia termine en mí. Es todo tan extraño, ya sé que no es muy comprensible, perdón por los juegos de palabras.