Juro que necesito entender qué es lo que tenés que me das tanta paz, que me hacés tan bien, que te necesito tanto. Odio no poder mirarte a los ojos cuando vos lo haces, con esa mirada profunda como buscando más allá, odio no poder ser igual, odio no poder frenar y decirlo, "me muero por vos", porque siento que me muero. Estoy pasando por cosas tan difíciles ahora y estás siempre en mi cabeza en primer lugar, siento que si te tuviera acá todo sería distinto, que nada más tu presencia le daría calma a mi mente y podría pensar en otra cosa, podría seguir con la vida como si nada pasara. Pero sos tan distante, estás tan cerca y a años luz de distancia. Tengo que acostumbrarme a la idea, de que las cosas no siempre son como uno quiere, de que todo tiene límites y vos sos el mío, no puedo tenerte como yo quiero porque sos libre, y no regalas tu libertad a cualquiera. En este momento eso soy, cualquiera. No en general, sino para tus ojos, que tal vez me ven como amiga o alguien con quien se puede hablar de un sin fin de cosas que te gustan, alguien con quien compartir cosas que no compartís con todo el mundo, pero nadie muy especial. Es horrible admitirlo porque en cierto punto me duele, y más que nada me duele porque no lo entiendo y no quiero aceptarlo, pero ahora sos como mi mundo, todo gira en torno a vos y no puedo explicarlo. Lo único que sé es que me hace falta sacarlo, me hace falta sentirte otra vez, porque quiero estar segura, y aunque no puedo hablar por el miedo a perder lo poco que tengo de vos, siento que es todo lo que necesito para dejar de sentir el pecho incendiado todo el tiempo. Al menos podrías darme una mano para olvidarme de vos? Podrías dejar de ser tan simple y tan convencido de tu personalidad para así, dejar de amar hasta esas cosas que tenés que jamás me gustaron en nadie? Necesito que dejes de ser esa persona tan casual y tan perfectamente amoldable a lo que queda de mi.