Nunca aflojes, nunca te rindas, siempre cree en vos mismo. Paso a paso vamos a lograr seguir adelante, juntos a la par, así tiene que ser siempre. Yo sujeto tu mano y vos sujetas mi espalda, yo soy tu guía y vos mi fuerza, o viceversa, o ambas cosas. Existen situaciones difíciles de llevar en la vida, existe la esperanza y el abandono. Yo guardo la fe para cuando me haga falta, porque ahora me basta con confiar en vos. Más allá de los problemas, más allá de las posibles distancias, nuestros corazones siempre están unidos, porque ya son uno, porque ya tu vida se volvió mi vida. Y sin importar las circunstancias ni las consecuencias, jamás voy a soltarte. Porque no hay otra persona en este mundo que me haga sentir todo como lo siento con vos. Porque no existe quien conozca todos mis defectos, todas mis cosas raras, no hay nadie que me conozca tan bien. Nunca nadie me supo robar los suspiros de esta manera, ni me hizo sentir la reina de un universo mientras que solo soy una absurda cenicienta. Quiero pasar el resto de mis días a tu lado, quiero que nunca me dejes caer. Quiero que seamos fuertes juntos, porque así como yo no puedo sola, sé que vos tampoco. Y si hay algo que tenes que entender es que sos lo más importante que tengo, que mi felicidad y estabilidad dependen de vos, de que estés bien. Mi corazón es tuyo, mi alma se perdió en algún rincón de tu ser y no quiero volver a encontrarla. Y mientras pase el tiempo y sigas acá, mientras cada segundo que corra estés conmigo, la vida va a ser más fácil. Mientras más queres al mundo, más te quiero yo. Te amo Alejandro, desde que llegaste a mi patética y chiquita vivencia, llenaste todo con tu luz. Solo queda que entiendas que no hubo, no hay ni va a haber nadie en esta galaxia, que te vaya a amar de la forma en que yo lo hago, y que lo siga haciendo incluso cuando seamos dos masas etéreas dispersas en el cosmos destinadas a estar juntas hasta el fin del tiempo y el espacio.