Último día del año y es otro más que se va, otros 365 días de tantas emociones que son innumerables. Otro año donde viví miles de experiencias, donde conocí gente nueva, un año en el que reforcé amistades, en el que crecí como persona y del cual sorprendentemente puedo rescatar gran parte. Años anteriores como mi poco buen apreciado 2009, sabrán los que se toman un ratito para leer, que fue desastroso. Hoy me siento bien, estoy tranquila y feliz, de poder decir que este año no fue capaz, el mejor de los 15 que me tocaron vivir hasta hoy, pero se lleva varios premios. Este 2010 fue para mí, uno de los más productivos. Este año me reencontré con viejos amigos, me afiancé aun más a los que me acompañan hace ya tiempo, salí, la pasé bien, también la pasé mal, sufrí, fui feliz, exploté de risa y me ahogué en llanto muchísimas veces. Aprendí a valorar las cosas que tengo y a no sufrir por lo que falta, decidí de una vez por todas darle menos importancia a lo que no la tiene y preocuparme por las cosas que realmente infieren e infirieron en mi vida. Si me pongo a analizar detenidamente, llega la parte de este 2010 donde nos subimos a la balanza. Empezando con un enero tranquilo, donde salí con amigos, conocí gente, entablé una relación de sus agradables 4 meses, pasando por un comienzo de clases bastante típico, un año que fue de poco a casi nada de estudio, siguiendo por unos junio y julio duros, difíciles y solitarios aunque no por Motus propio, volviendo a retomar la tranquilidad para agosto, donde las cosas de pronto se empezaron a teñir de rosa para poco a poco llegar al fucsia que tanto me gusta. Fiestas, salidas, amigos, reencuentros, desamores, amores, lágrimas, risas, todo en tan solo 4 meses, y desde entonces un diciembre agotador. Los cumpleaños de mis hermanos, preparativos para mi fiesta, mi fiesta, un día que suele ser tan doloroso amortiguado por una nueva relación que promete ser indefinidamente, la que le da brillo a mis días, preparativos para navidad, navidad, tardes de pileta, él siempre acompañándome y la última semana del año que pasó violentamente rápido. Sorprendentemente haciendo este planteo, me doy cuenta que disfruté de cada mes de este año, hubo altas y bajas como siempre pasa, pero este año las proporciones estuvieron a mi favor, y lo malo que me dio este ’10, me dejó sus frutos, y me dio fuerzas para seguir adelante, al fin de cuentas lo que no te mata te hace más fuerte. Quisiera dejar en claro también, que agradezco incondicionalmente a toda la gente que me acompañó en este año que fue casi una aventura para mí. Así que concluyo deseandoles a todos un muy feliz año nuevo y que terminen de lo mejor este 2010. Les desea lo mejor, Maaki Bis :)